martes, 15 de septiembre de 2015

Serendipia

Serendipia: Hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta.

Quisiera conocer a alguien igual de roto, igual de cansado, que posara sus pies por un momento sobre la tierra y se acostara a ver conmigo el cielo, escuchando música, hablando de cualquier cosa, que aunque sus alas las haya quemado el sol no se arrepienta de haber caído, porque incluso la caída la habría tomado como una experiencia y no como un accidente. Alguien así, sencillo y a la vez complejo, no complicado, que se tome el tiempo de acariciar mis grietas y contemplar el desorden que nos rodea a todos, que muestre su lado más "débil" y lo tome como el más humano, lo que aún le queda de humano...
Algún ser así, que resalte sus defectos como sus mejores cualidades, que perciba la vida desde su lado sublime, que preste atención a los detalles pequeños y experimente emociones fuertes, disfuncional, mi ideal de una irrealidad perfectamente imperfecta.

Dos líneas paralelas unidas por un hilo rojo.



sábado, 12 de septiembre de 2015

Hace mucho tiempo que no me tragaba las lágrimas, pues siempre procuro sacarlas o termino hecha un pantano, sin embargo, esta vez quiero recordar a que saben y usarlas como tinta.

Porque caí  del cielo y ahora veo el mar desde otra perspectiva.

En mi pecho se cultiva un granito de arena, cual vino se va añejando con el paso de los años, pero este no me deja buen sabor de boca.

Me consume, se apodera de mis fuerzas, y yo, sólo dejo que me lleve la marea...

Ven, dame una mano, te lo suplico, que me ahogo, (me digo a mi misma), pero otra voz interrumpe y atraganta mis cuerdas vocales : "No".



lunes, 7 de septiembre de 2015

CREER

Después de esto, espero estar mejor los días que siguen, espero no seguir pensando en si aun me recuerdas o mucho menos llegas a extrañarme.

Después de mandarte ese gigantesco mensaje espero dejar pasar el tiempo, ahora sin interrupciones, ahora sin recaídas.

Decir "no me conoces" cuando ni tú sabes quién eres, duele.

Saber que de cierto modo "perdí", duele el doble.

Que alguna vez fui la razón por la que empezaste a escribir y ahora te soy indiferente, triplica el dolor que siento.

Como vez no sólo siento, puedo sentir con más intensidad que el resto de las personas, es un arma de doble filo, mi sensibilidad es enfermiza.

Y es que aun no entiendo cómo puede cambiar el afecto tan repentinamente, el juicio que tienes hacia alguien, el estima, ignorar lo que sientes y aún más fríamente ignorar lo que sienten otros, prohibirte dejarte llevar y cuidar de lo que se vive en ese momento. Somos seres cambiantes y vaya que nos tomamos los cambios en serio, pero en cambio, hay seres como yo, que yacen en cuerpos normales pero por dentro son otra cosa, los que se aferran, los que no quieren rendirse aun cuando ya todo está perdido, los que aun quieren intentarlo a pesar de haber terminado más rotos que la vez anterior, porque creen en un "tal vez" y aun creen que vale la pena y ese es su mejor cualidad y su peor defecto "creer".

No solo se engañan a ellos mismos, tratan de convencer a los demás de que existen los "por siempre" , son ingenuos y lo saben, pero se niegan a aceptarlo, porque les basta con que les prometan cualquier cosa para tenerlos contentos, y a decir verdad, entre estos dos polos opuestos, ¿a quién elegir?
¿por cuál camino fiarte?
¿creer o no creer?, esa es la cuestión.