jueves, 7 de mayo de 2015

"La lunática enamorada del poeta"

Era verdad, el poeta la amaba, pero ella estaba demasiado rota como para darse cuenta.

Era verdad, el poeta dejó de amarla, pero ella estaba tan cegada de amor que no lo veía.

Empezó a escribir en un patético blog con la esperanza de que él leyera lo que ahí redactaba, pero en el fondo sabía que eso no pasaría, que se había terminado y la escritura sólo era su manera de decir adiós y amenizar un poco la pérdida.

Vivió contando los días desde entonces y se dio cuenta de lo rápido que pasaba el tiempo, antes le gustaba acostarse a mirar las estrellas, pero desde aquel día  lo veía todo de forma distinta, pues los cuerpos celestes ya no brillaban, a cambio, le rodeaba una oscuridad profunda, lo que no sabía es que las estrellas aún seguían  ahí, la observaban resplandecientes  como siempre, sin embargo era ella quien ya no se fijaba en su luminosidad y había concentrado toda su atención a lo más eclipsado de la penumbra. 

Mirándose al espejo soltó dos o tres lágrimas, tenía la fama de tener ojos grandes y brillosos, pero los ojos del espejo eran diferentes, parecía el reflejo de otra persona ¿acaso la experiencia la había cambiado tan drásticamente?, ¿o es que nunca le había dado importancia a la proyección de su imagen en aquel liso soporte hasta ahora?, al final la respuesta para todo siempre era la misma "queé más da", se fue a dormir. 

-¿Sabes qué se siente que te pellizquen el corazón?, ¿qué te pateen el pecho mil veces seguidas y sientas cómo se forma un moretón gigante entre tus costillas?, ¿sabes qué se siente tener un corazón roto?, entonces, ¿por qué sigues amando?, ¿por qué aun crees en las segundas oportunidades?, estás enferma, ¿lo sabes?, ¿el amor salva vidas?, no, el amor trastorna, estás loca, y al contrario de lo que muchos piensan la locura no es algo de lo que estar orgulloso, estás mal de la cabeza, tienes un desequilibrio químico, necesitas ayuda , pero dudo que la quieras, en vez de eso te pasas los días lamentándote por el pasado y dejas ir al presente, eres una lunática, - le dijo la luna enfadada porque esos últimos días la había ignorado por completo- !y mira quién te lo dice!, teníamos un trato, pero decidiste hacerle caso a otro, ahora te condeno, estás maldita para siempre, desde ahora eres y serás por el restos de tus días "La lunática enamorada del poeta".-


Despertó bruscamente y casi se cae de la cama, se asomó por la ventana y miró al cielo...  nada, sólo un negro infinito, regresó a dormir.





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