domingo, 6 de abril de 2014

El arte de decir adiós

El arte de decir adiós fue creado por los guerreros más valientes, cuyos corazones se fueron añejando como vino con el paso de los años.
Pues decirlo no es fácil, cumplirlo mucho menos.
Duele pronunciarlo, sienten, están vivos, pero la palabra es veneno.
Vivos; pero inertes. Cada vez sentían menos.

Carcomidos por la decidia, más muertos  que  ayer, pero menos que mañana, recuerdan que alguna vez amaron como locos sin condiciones, se despojaron de una parte de ellos y se la regalaron a su futuro peor enemigo.

Del amor al odio, y no existe el "viceversa".


Róbales un beso y de un beso te arrebatarán el alma, creando a más  como ellos, clones llenos de desdicha, saltando de pantano en pantano de la memoria de algún corazón roto;
se cuelan por la herida y se escapan, dejan las lágrimas de sus víctimas como rastro.

Fueron lastimados y ya no les importa lastimar.

El arte de decir adiós fue creado por los guerreros más débiles, tienen miedo de volver a amar.





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